Cada proyecto de investigación, conservación o restauración que la Fundación ESC ejecuta y lidera, tiene como actor indispensable y aliado estratégico a la comunidad que habita los territorios donde se encuentran los ecosistemas de interés.
Como fundación creemos que el éxito de los proyectos en gran medida se debe a la apropiación social de los procesos y al diálogo de saberes entre la ciencia y el conocimiento tradicional de las comunidades los cuales permiten llegar a acuerdos para el uso sostenible de los ecosistemas.
Por este motivo para el establecimiento de las áreas protegidas como; Palmar del Tití, el Palomar, Luriza, el Ceibal y Rosales, hemos realizado la caracterización del componente socioeconómico de las comunidades que allí habitan a partir de la implementación de talleres, caracterización de actores, revisión de información técnica del territorio, el censo de las familias, identificación de conflictos de la zona y la actividad económica de la misma. Con ésta información, nuestro equipo de trabajo planificó los talleres comunitarios y con las autoridades ambientales, donde se identificaron los objetos de conservación, atributos ecológicos, las amenazas, zonas de priorización y el diseño de estrategias de monitoreo para cada área protegida.